Peligro claro y presente

Los agentes aduanales, desde la iniciativa privada, debemos reforzar la labor del gobierno en esta trinchera porque estamos en la primera línea del comercio exterior.

¿Qué lleva a nuestro presidente a tomar una decisión tan importante como lo es llamar a la marina y al ejército para que controlen la seguridad en las aduanas del país? En mis colaboraciones pasadas les he tratado de transmitir la importancia que tienen las aduanas para el desarrollo económico de México, el cuidado de la salud pública, el medio ambiente y la seguridad nacional. En este sentido, podemos imaginarnos muchas cosas, pero lo cierto, es que el presidente López Obrador tiene algo que nosotros no, información real y precisa de lo que sucede hoy en los puertos y en las aduanas a causa del crimen organizado.

También mencioné ya la principal diferencia entre las aduanas de Estados Unidos, que se enfocan a garantizar la seguridad nacional, mientras que las de México centran sus esfuerzos en la recaudación de impuestos. Pues bien, como Agente Aduanal leo la decisión de nuestro presidente como el inicio de la evolución de nuestra aduana, que sin dejar de recaudar impuestos requiere garantizar la seguridad de los mexicanos.

Al escuchar al presidente López Obrador en semanas pasadas, notamos que la principal preocupación de los sectores involucrados en la cadena de suministros del comercio exterior era el entorpecimiento del flujo logístico, es decir, que esta medida fuera en contra de la facilitación comercial que durante años se ha ganado. Y esto no por otra cosa sino por la percepción de una escasa o nula capacitación en materia de comercio exterior y aduanas que tienen las fuerzas armadas.

Sin embargo, la participación de elementos militares o marinos no es nueva en estas tareas. Los agentes aduanales muchas veces reconocimos, felicitamos y agradecimos a la Marina y a la SEDENA cuando pacificaron y garantizaron la seguridad de todos en el puerto de Lázaro Cárdenas, en Manzanillo, en Matamoros o Reynosa. Hemos tenido administradores de aduanas de extracción militar, e incluso, en este sexenio, un Almirante en retiro ocupó la Administración Central de Operación Aduanera, brazo principal de la Administración General de Aduanas.

Esto me lleva a pensar que su labor no tiene por qué ir peleada de la mano de la facilitación. Recordemos que el éxito de la aduana moderna, lo que la Organización Mundial de Aduanas, OMA, dicta como misión de la aduana, es el equilibrio entre facilitación y control. Quizá las fuerzas castrenses no tienen experiencia en Ley Aduanera o en tratados comerciales, pero ahí es donde también aparece el verdadero significado de la coadyuvancia de los Agentes Aduanales para con el Estado, así como de otros sectores que a diario estamos involucrados en el comercio exterior.

Coincido plenamente con el Administrador General de Aduanas, Horacio Duarte, cuando dice que esta medida permitirá que la recaudación de impuestos aumentará a través de las aduanas. Pues en la medida en que se pueda terminar con la subvaluación de mercancías, el contrabando técnico y el bronco, sonará y cada vez más fuerte, la caja registradora del SAT.

Los agentes aduanales, desde la iniciativa privada, debemos reforzar la labor del gobierno en esta trinchera porque estamos en la primera línea del comercio exterior de México.

El Marco SAFE de la OMA tiene un pilar específico para garantizar la seguridad nacional a través de las aduanas que se llama Aduanas – Sector Privado, y en él, claramente dispone que las autoridades aduaneras no pueden solas hacer su labor, que requieren el apoyo y el trabajo comprometido de los importadores, exportadores, agentes aduanales, transportistas, etc., a fin de mantener la seguridad en la cadena de suministro. Así que el éxito, en todos los sentidos, de esta medida anunciada por nuestro presidente, será la participación de todos los que tenemos que ver con el comercio exterior y las aduanas del país.

Por: José Ignacio Zaragoza
Agente Aduanal, Experto en Comercio Internacional
@IGNAQUIZ

 

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