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El martes 21 de agosto de 2018, el entonces gobierno de México desconcertó a la comunidad aduanera del mundo

El martes 21 de agosto de 2018, el entonces gobierno de México desconcertó a la comunidad aduanera del mundo. Resulta que ese día, en el Diario Oficial de nuestro país se anunciaba que suscribíamos el Convenio de Kioto Revisado, pero para sorpresa de propios y extraños, no se publicó el Convenio ni decía a qué nos adheríamos, lo cual significa que hasta hoy, seguimos sin haberlo ratificado.

Y digo desconcertó a la comunidad aduanera del mundo porque la Organización Mundial de Aduanas, en la última década, ha basado su éxito en la medida de cuántos países más se adhieren a dicho convenio. Nadie entendió por qué México hizo esa publicación prácticamente hueca, fue solamente un coqueteo a la OMA pero al final le dijimos que no.

La OMA ha sufrido un continuo desaire en América respecto al Convenio de Kioto Revisado. Solo Canadá, Estados Unidos, Cuba, República Dominicana y recientemente Argentina, son los países que lo han suscrito. De hecho, el interés de la OMA en la región es tal que, el pasado Secretario General Adjunto, el segundo puesto en importancia de la organización, lo ocupó un chileno y ahora lo ocupa un mexicano, un viejo conocido de nosotros ya que fue Administrador General de Aduanas del país, Ricardo Treviño Chapa.

La visión de la OMA en este nuevo periodo fue la de revisar por segunda vez el Convenio de Kioto (el de 1973); o más bien, revisar el convenio ya revisado (el de 2006). Cuestión fundamental si es que desean la ratificación del resto de los países de América.

Y a todo esto, ¿qué es Convenio de Kioto Revisado?, Primero que nada, no hay que confundirlo con el Protocolo de Kioto​ de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático; el que nos ocupa es un acuerdo que tiene que ver con la facilitación del comercio exterior a través de las aduanas. Su nombre correcto es Convenio Internacional para la Simplificación y Armonización de los Regímenes Aduaneros, y fue firmado en Kioto, Japón, en mayo de 1973.

Su fin era unificar las normas fundamentales del desaduanamiento de las mercancías, es decir, cómo presentar la mercancía, dónde almacenarla, cómo almacenarla, cómo y cuándo se abandona, cómo se despacha, etc. Así, todas y cada una de las leyes aduaneras de los países miembros de la OMA, en aquella época Consejo, entendieran lo mismo, tendrían los mismos procesos, cosa que facilitaría el comercio mundial al eliminar las trabas que cada país ponía. También había un glosario de términos para que los importadores y exportadores entendieran lo mismo en todos lados y el hacer negocios fuese más sencillo.

Ponerse de acuerdo no fue sencillo. Ese primer Convenio de Kioto no tuvo éxito porque muchos países ser reservaron varios artículos en lo general y en lo particular, tan solo Estados Unidos puso más de mil reservas al documento. Esto llevó a que hicieran una segunda versión a la que bautizaron como Convenio de Kioto Revisado, que entró en vigor en febrero de 2006 y que está ratificado por 116 naciones.

14 años después de la revisión y 47 desde el original, los países de la OMA seguimos tratando de tocar la misma tonada en materia aduanera. La venta de México es que prácticamente nuestra Ley Aduanera está 100% kiotizada y los lineamientos que seguimos para facilitar y controlar el comercio son los del CKR.

Esta administración liderada por el Presidente López Obrador y por Horacio Duarte en la Administración General de Aduanas, podrían apuntarse otro éxito en materia aduanera si México ratifica dicho convenio. Habrá que participar activamente en la revisión actual y a corto plazo liderar la orquesta aduanera de Latinoamérica para seguir fortaleciendo nuestro sistema aduanero.

Por: José Ignacio Zaragoza
Agente Aduanal, Experto en Comercio Internacional
@IGNAQUIZ

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